El informe sobre “Creación de las relaciones resonantes entre terapeutas y clientes en la terapia existencial”

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IV conferencia científico-práctica con la participación internacional “Los problemas actuales en la psicología y psicoterapia existencial moderna”. 23 – 24 de noviembre de 2016, Odessa, Ucrania

¿Qué son las relaciones resonantes con otras personas?
Eso es cuando te conviertes en esa otra persona, pero no te involucras completamente en su estado, sino al mismo tiempo te quedas tú mismo: eso da permiso guardar la razón.

Las relaciones resonantes permiten percibir el mundo interno de otra persona exactamente con la conservación de los matices emocionales y semánticos, favorecen al desarrollo de la competencia en la comunicación y aseguran la creación de las relaciónes más profundos e íntimos.

Alfried Langle lo llama “El Encuentro”: cuando “Yo” se encuentra con “Tú” y “Tú” se encuentra con “Yo”. Estos dos polos están relacionados entre sí no mediante la línea, sino mediante un polo (lo que se encuentra “entre” nosotros). Este polo aparece sólo cuando “Yo” y “Tú” se encuentran realmente. Si ellos no coinsiden, no resonan, entonces este polo se apreta y el encuentro no es posible.

Es decir, para “El Encuentro” y para la creación del ambiente, llamado “entre”, es necesaria la resonancia. Por eso, ya que Langle se considera el amor como el fenómeno de resonancia, en las relaciones resonantes nos encontramos en el punto de amor, que es el paso muy alentado y, al mismo tiempo, es un desarrollo para ambos participantes del proceso.

Nosotros abrimos el ambiente para el cliente, le dejamos entrar y nos ubicamos juntos en ese ambiente, lo apoyamos en sus sufrimientos: el cliente siente ese apoyo, siente que no está solo y eso le da fuerzas para abrirse delante de su sufrimiento, sumergirse en él sin miedo, entenderlo y estudiarlo a fondo. De tal manera nosotros no sólo estudiamos efectivamente el problema a fondo, sino compartimos con los clientes los habilidades de la interacción integral con su subjetividad, de conocerse, descubrir sus propios recursos, oír su intuición, utilizar su fuerza. Y para todo eso principalmente nosotros tenemos que poseer estas habilidades en el nivel bastante alto.

Irvin Yalom (La psicoterapia existencial): “Cura nada menos que las relaciones. El terapeuta eficiente reacciona a sus pacientes de una manera sincera; él establece las relaciones, los que el paciente siente como seguros y recipientes; él muestra cordialidad y alto grado de empatía; por fin él es capaz de estar con el paciente y captar el sentido del paciente. La psicoterapia eficiente se diferencia por lo que el terapeuta con frecuencia contacta con el paciente de una manera humana y profundamente íntima. Muchas veces este contacto es decisivo en la terapia”. Tal contacto permite crear las relaciones resonantes. Ellos guardan la cordialidad, el alto grado de empatía, seguridad y recepción, las relaciones profundamente íntimos y existencia colectiva.

¿Qué es necesario para la creación de las relaciones resonantes?
James Bugental habla de lo que antes de intentar trabajar profundmente con la subjetividad del cliente, los psicoterapeutas tienen que “madurar”: “deben ser personalmente auténticos, con el espectro amplio de habilidades sensitivas y la intuición bien desarrollados, que permiten sentir exactamente los procesos de la realidad subjetiva del cliente que son difíciles y casi imperceptibles. Somos nosotros quien garantiza nuestro trabajo con el cliente. La herramienta del psicoterapeuta con que él trabaja es él mismo: es su mundo interior, su subjetividad, y principalmente es su sencibilidad al mundo interior del Otro y capacidad empezar con él comunicación profunda, que por sí mismo ya posee las fuerzas curativas.

Entonses, autenticidad, sensitividad e intuición, sencibilidad al mundo interior del Otro y capacidad empezar con él una comunicación profunda – son los razgos necesarios para que maduremos. Pero, ¿cómo podemos desarrollarlos?

James Bugental nombró como “la piedra angular del arte de psicoterapeuta” a la concepción de precencia y unión psicoterapéutica. “La precencia” – es algo más que precencia física simple, principalmente ella significa la comprensión de su propia subjetividad, el contacto con su vida interna, con el flujo de sufrimientos. La presencia se expresa en la movilización de sensitividad tanto de la exterior (a las situaciones y a otras personas) como de la interior ( a la subjetividad)”. De ese modo, para crear las relaciones resonantes entre terapeutas y clientes previamente nosotros entrenamos las habilidades de la precencia integral de la manera conciente, que se basa en la sensitividad y en las sensaсiones corporales.

En la vida habitual nuestra atención no siempre está concentrada en nuestro cuerpo. Muchas veces estamos pensando en algo sin prestar atención a nuestra esfera corporal y emocional. Y cuando olvidamos las sensaciones corporales, nosotros perdemos ese rasgo de precencia. Pero el hombre puede sentir la plenitud de la vida sólo a través de su cuerpo. Alfried Langle: “Yo puedo ser integral sólo cuando atraveso a mí y mi vida en su toda plenitud, incluso componentes emocionales y corporales”.

La plenitud de la vida, la plenitud del ser, el gozo de su vida propia, son los que, principalmente, nos hacen prestar la atención a nuestro cuerpo, y la aptitud de la presencia integral de la manera conciente en el cuerpo es como la condición básica necesaria.

Para más señas, si practicar esta atención, se abren unas perspectivas muy interesantes, tales como la intuición bien desarrollada, el intelecto emocional, la comprención de sí mismos y de otros, y la habilidad de dirigir su esfera emocional y su ambiente subjetivo.

Daniel Golman sobre la intuición: “Nosotros tenemos el mecanismo evolutivo, que permite hacer llegar la información de lo que pasa en el mundo. ¿Cómo se puede oír “la voz interna”, entender todo lo que su corazón e intuición de cualquier manera ya saben? Para eso hay que confiar en las señales de su cuerpo. Nuestros “sentidos interiores” – son los envíos del lóbulo insular del encéfalo (que nos pone a punto con las señales que proceden de nuestro cuerpo), y de otras redes ascendientes, que nos facilitan el proceso de tomar una decisión y dirigen nuestra atención a las variantes más convenientes. Cuanto mejor desciframos estos envíos, tanto mejor trabaja nuestra intuición.

El marcador somático es el término del neirofisiólogo Antonio Damasio, que significa los sensaciones en el cuerpo, que nos dan pistas en cuánto es correcta nuestra opción. Tales señales internos – son las guías internas que nos ayudan.

La zona ventromedial prefrontal, laclave de este sistema, controla nuestro proceso de toma de decisiones, cuando nosotros chocamos con las decisiones más difíciles de la vida. Y recibimos la respuesta mejor al imaginarnos que sensaciones obtendrémos si eligimos “A” en vez de “B”. Esta parte del cerebro funciona como el volante interno.
Alfrid Lengle también habla sobre esto y nombra la atención a nuestros sentimientos internos como el momento del nacimiento de autenticidad.

Según Lengle, el término clave del análisis existencial es “existencia” – el término que significa la vida real, realizada verdaderamente, completa, integral – es decir llena de los sentimientos, incoaciones realizados, desiciones propios. Vivir la vida real – será realizar la existencia. Vivir en la harmonía interna con su vida propia, es decir vivir autenticamente. Ser “person” significa ser capaz de vivir su “Yo” del fondo y ser ese “Yo” en pleno sentido. “Y aquí, nos acercamos al punto más profundo del ser personal (el ser de Person), al origen de “Yo”. Se trata del momento del nacimiento de la autenticidad. Si queremos obtener el acceso a lo más verdadero en nosotros, a lo que nosotros somos en el fondo, entonces tenemos que “liberarnos, darnos oportunidad de ser, abrirnos adentro y preguntarnos: ¿Si siento yo que eso es bien para mí? Y en ese momento prestar la atención a la intuición que empieza sonar como la respuesta a esta pregunta”.

Como podemos ver, la autenticidad e intuición, exigen la movilización de sensitividad y la atención a sus sensaciones internos.

Eugene Gendlin habla sobre la atención a las sensaciones corporales (Enfoque: nuevo método psicoterapéutico en el trabajo con sufrimientos): “Cualquiera experiencia inmediata siempre se refleja en el nivel corporal como alguna sensación física y somática. Esta sensación corporal es muy específica, es especialmente sensación corporal de una situación, problema o algún aspecto determinado de la vida del hombre. Su presencia se puede revelar al aprender sumergirse en sí y prestar oído a su cuerpo desde el fondo. En este sentido el cuerpo no es como el término anatómico, sino es un sinónimo a una integridad, indivisibilidad de la existencia humana. Puede ser que aquí la palabra antigua más exacta es “el fondo”. “Sentir desde el fondo” – eso es sentimiento. La psicoterapia da frutas sólo si se basa en los sentimientos. Cado paso nuevo del trabajo psicoterapeutico tiene que realizarse en este nivel corporal profundo. Entonces, hay que bajarse en su propia entraña, prestar el oído a la sensación corporal del acontecimiento que nos preocupa y encontrar ,o bien decir, adivinar su nombre. Esto será la palabra clave. Si esta palabra de verdad nos conviene, entonces sentimos el alivio. Pregunta a su cuerpo: “¿Si se parece esta palabra a lo que yo siento?” Si de verdad se parece vais a oír, a su manera, una señal corporal: “Sí, esto es correcto”.
“La sensación sensitiva” – es la experiencia sensitiva que se manifiesta en el cuerpo, es el que refleja lo que pasa en el mundo exterior y en el fondo del organismo. Se pasa como la integridad dificil y se puede percebir como algo compuesto de muchos emociones y sentimientos”. “La sensaciones sensitivas” sirven para el hombre de la portada para sí verdadero.

Tenemos la herramienta magnífica para el trabajo – nuestro cuerpo, nuestra sensórica, y a través de nuestro cuerpo podemos sentir a otra persona como a nosotros. Nuestro cuerpo funciona como una antena que percibe la información desde el mundo, incluso el estado emocional de otra persona. Debemos sólo identificar estos señales.

Desarrollando la atención a su propio cuerpo, a sus “sensaciones sensitivas”, nos convertimos íntegros, recibimos el acceso a nuestros recursos. Y al transmitir estas habilidades al cliente le transportamos la posibilidad contactar con su mundo interior y también la habilidad de las relaciones resonantes, las relaciones íntimas, las que él podrá crear con las personas muy queridas. De ese modo, en las manos del cliente se encuentra el instrumento, con que éñ puede qrear la felisidad del ser pleno, de manera personal y consciente. ¿Y no es esto, lo que se considera como el resultado magnífico de nuestro trabajo?

Ahora, cuando ya tenemos la experiencia de identificar la riquesa de sus sentimientos internos, podemos hacer esto – uasar nuestro cuerpo como antena para sentirnos como a otra persona. Podemos abrirnos al encuentro de otro, le dejar entrar en nuestro embiente, unirnos con él, siendo a la vez nosotros mismos, y sentir los mismos sufrimientos que él o compartir los nuestros.

De esa manera, para crear las relaciones resonantes hay que tener:
1. El deseo y disponibilidad para abrirse y le dejar entrar a otra persona.
2. Las habilidades de la presencia integral de la manera conciente: el contacto con su propia vida interna y habiliades de la interacción con la vida y con otras personas, tomando en cuenta sus propias sensaciones sensitivas.

Las relaciones resonantes se construyen de la manera siguiente:
1. Abrirse al encuentro de otra persona , le dejar entrar en su ambiente, unirse con ella.
2. Relajarse y permitir a este ambiente común manifestarse en vosotros.
3. Escuchar este ambiente a través de su cuerpo e indicar sus propios sensaciones.
4. Incorporarse en los sufrimientos de otros, sentir lo que siente él, siendo a la vez como vigilante o compartir con otro sus propios sufrimientos.

Las relaciones resonantes dan:
1. El desarrollo de la consciencia.
2. La intuición y el intelecto emocional bien desarrollados.
3. La comprención de su naturaleza, de los señales de su cuerpo, sus emociones y sentimientos.
4. La habilidad de dirigir los procesos de su propia vida interior.
5. La habilidad de sentir a otras personas como a sí mismos,indicar inmediatamente y facil el estado del interlocutor, sus emociones y el estado de humor.
6. Permiten percibir el mundo interior de otros exactamente con la conservación de los matices emocionales y semánticos.
7. Favorece al desarrollo de la competencia durante la conversación.
8. Abastece la creación de las relaciones más profundas e íntimas.
9. Favorece a la creación del ambiente existencional de la confianza y apertura.

Estas habilidades permiten en la vida propia abrirse en toda la plenitud, y en la práctica del psicólogo existencial dan la posibilidad entender bien al cliente y formar el ambiente existencial de la confianza y apertura, necesario para el trabajo eficaz. Esto es porque la habilidad de estar en resonancia con sí mismo en su vida propia da oportunidad ser completo, comprender a sí mismo, sus sentimientos y deseos, usar correctamente sus recursos interiores, guardar el paz con sí mismo verdadero y actuar de acuerdo con sí mismo, con su verdad interna, es decir ser auténtico y crear la vida auténtica, tal vida en la que va a surgir toda su belleza y fuerza interior. La habilidad de estar en resonancia con otras personas permite sentir sentimientos y deseos de otros, que permite ser competente en la comunicación con la gente, crear las relaciones armoniosos. Lo que más, la resonancia permite abrirse al otro, le dejar entrar en el mundo de su alma, ser real durante este encuentro y encontrarlo real también. Esto es la oportunidad estar muy metido con las personas queridas. La resonancia con el mundo, con el ambiente de su vida da tal nivel del ser, cuando se siente los pasos correctos, el rumbo correcto, cuando se atraen las personas y los acontecimientos necesarios y a la hora necesaria.

He elaborado el sistema de los ejercicios que desarrollan las destrezas necesarias bastante rapidamente.Estos ejercicios son simples, interesantes y se realizan con gran placer. Los he presentado en la conferencia que se llama: “Siente a otro como a sí mismo”. La meta del trabajoes el desarrollo de las capacidades sensitivas, de la intuición y destrezas de la interacción resonante para ayudar el psicólogo existencial ejerciente.

Durante la conferencia aprendíamos cómo indicar sus “sensaciones sensitivas” y escuchar su intuición. Desarrollabamos “la sencibilidad al mundo interno de Otro y capacidad entrar con él en la comunicación profunda”, creábamos el ambiente del “encuentro” existencial, es decir, instalábamos las relaciones resonantes con otras personas.
Además, realizamos la sesión cliente-terapeuta en la resonancia con el cliente y hemos visto, como es fácil ayudar al cliente cuando tú sientes a través de su cuerpo que pasa con él, que tú puedes prestar la atención del cliente a las sensaciones que están cerrados para él y con tu apoyo él puede comprender los sufrimientos traumáticos y estudiarlos de una manera fácil y profunda. Hemos aprendido oír al cliente y estar con él realmente junto. Y este trabajo de verdad ha sido muy eficaz.
También hemos conocido cómo salir fácil de tal interacción resonante en el caso de necesidad y reformar su estado de acuerdo con sus deseos, para no derrotarse “trabajando propiamente”, sino al revés, aumentar su energía y abrir los recursos nuevos.

La interacción resonante en realidad no es difícil y, encima, es muy agradable. Eso es un sentimiento de la integridad y llenura enérgica tan agradable que el trabajo siempre pasa de una manera fácil y alegre.
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Además, durante nuestra clase entrábamos en la resonancia, escuchábamos y oíamos uno a otro, y comentando lo que habíamos oído, o hemos sentido, sorprendíamos y alegrábamos ya que nuestras sensaciones coinsidían. Veíamos y revivíamos lo que nos mostrabala pareja, captabamos lo que ella iba a mostrar o dudaba: ¿mostrar o no? Eso era impresindible, poderoso, vivo y claro. Nos hemos impregnado de la fuerza y hemos salido alentados, llenos de energía y alegres.

En la segunda parte de nuestra conferencia continuamos a realizar los milagros, pero ya del nivel más alto. Vamos a cambiar sin palabras el humor de la pareja desde la tristeza hasta la alegría. Vamos a jugar con las pelotas de alegría con los ojos cerrados y buscar uno a otro de acuerdo con el nexo sensitivo invisible. Vamos a transmitir uno a otro la belleza del rincón de la naturaleza favorito ubicandonos con la pareja en diferentes habitaciones al mismo tiempo. Por cierto, pasaremos la sesión cliente-terapeuta en la resonancia, donde el cliente va a trabajar en el ambiente de su vida con sus recursos, sus ventajas, y terapeuta va a ayudar ver lo que no ve el cliente, indicar a través de sus propios sentimientos que donde el recurso – allí hay adición de la energía, allí hay eco. En tal comunicación resonante ambos participantes del proceso reciben y crecen.

Los participantes del grupo que han partisipado en la primera conferencia, ya saben más o menos cómo se realiza eso y cómo simple es eso.
Una de las participantes del grupo ha dicho: “He sentido algo inolvidable, un sentimiento cuando existe “Yo” y existe “Tú”, y no existe nada más, ya que nuestro “junto” llena todo el mundo”. Tal imprensión después del encuentro, del encuentro total con otra persona, me ha acordado las palabras de Osho, cuando a la pregunta: “¿Cuál persona es la más principal en la Tierra?” – él respondió: “La persona más principal – es la persona con que yo estoy hablando ahora”. Me parece que esto significa vivir totalmente la vida y “El Encuentro” total.

Espero con mucho gusto la continuación de nuestro trabajo, saboreando de antemano que placeres y descubrimientos esperan a nuestro grupo en el segundo y tercer final encuentro. Ya que cada participante nos abre su mundo, su diversidad y fuerza. Nosotros aprendemos uno de otro , nos convertimos más grandes, más impresionantes, potentes y sabios. Cuanto más nos abrimos a otros, tanto más nos abrimos para nosotros mismos. Nos convertimos más reales.Y todo esto son los sentimientos buenísimos.

El autor: Balýkina Viktóriia
Traducción: Matvienko Alina